¿A quiénes podemos y queremos llegar?
En la parroquia, en el colegio, seguramente se planteará la pregunta sobre qué papás y mamás deberían participar en la Catequesis Familiar. Seguro que la respuesta es: todos, muchos, el mayor número posible…. por supuesto; pero ¿cómo invitarles y conseguir que muchos o, mejor, todos acepten participar?
Simplificando mucho, diremos que hay tres maneras de plantearlo:
- Tímida y delicadamente.– Informar a los padres y madres en una sesión de avisos, o por carta, y decir que quienes estén interesados pidan más detalles: así se acercarán solo quienes realmente tienen interés.
- Voluntariosamente.- Informar con detalle en una sesión bien preparada donde este sea el tema principal: las razones son las que se recogen en el vídeo y la página “Para papás y mamás” de esta web. Animarles a que se apunten todos los que puedan.
- Con decisión y audacia.- Como en el punto anterior, pero añadiendo: “1) en confianza os decimos que la formación cristiana de los niños funciona mal sin la implicación de los padres, 2) contamos con que todos participaréis, como primeros maestros de la fe de vuestros hijos, 3) si alguien tiene dificultades, que me lo indique en privado y veremos cómo resolverlo”.
- Si se plantea la opción 1: la respuesta será prácticamente nula. Hay un excedente de ofertas de reuniones, cursos y actividades: “no damos para más”.
Seguiríamos con la misma dinámica: en un elevado número de familias la fe se vive superficialmente, perdemos la oportunidad de que se comprometan en una tarea que les corresponde a ellos y que podría ser el punto de partida de un gran cambio personal y familiar.
- Si se plantea la opción 2: la respuesta será también flojita. Muchos tienen la percepción –objetiva o subjetiva- de que no disponen de tiempo, ya saben lo suficiente, cumplen, vienen a la iglesia, son buenos, … y hay otras prioridades.
Mira, la Catequesis Familiar no requiere tanto tiempo con el sistema que proponemos. Y, además, ¿no es vuestra primera prioridad la formación cristiana de vuestros hijos? ¿Se puede formar bien a otros sin formarnos y transformarnos a nosotros mismos? Pero esto no es fácil de advertir en el trajín de la vida laboral, y más si el clima de práctica religiosa es bajo.
- Si se plantea la opción 3: es posible que se suscite alguna protesta y que alguno huya… Pero no nos asustemos, ni nos pongamos la venda antes de recibir la herida.
– ¿Qué responder? ¿Cuáles son nuestros argumentos?
- Que la función principal de padre y madre –educación en la fe- no se puede delegar en otros, como no se delega en otros la alimentación y el cuidado de los hijos. Podemos ayudarles, no sustituirles.
- Que nadie se puede considerar formado: del mismo modo que en el ámbito laboral se reclama la actualización de los conocimientos, en cuestiones de fe es necesario estar a la altura de los tiempos y no conformarse con lo aprendido en la infancia y en la adolescencia.
- Que, por supuesto, esta es una opción libre, porque no se puede imponer. Pero que la decisión recae sobre su conciencia, dicho con todo el respeto y todo el cariño del mundo.
- Que la catequesis de iniciación cristiana es una etapa en la vida en que se aprende a tratar a Dios y a los demás, a cultivar las virtudes, el carácter, el modo de ser, … si ellos permanecen ajenos a esta formación, o no les dan el ejemplo que se espera, o no saben responder a sus preguntas, se están perdiendo lo mejor que un padre / una madre puede hacer por su hijo.
- Que si traen a sus hijos por convención social, por tradición familiar, por el motivo que sea, pero ellos no practican y/o no creen, sería bueno que se planteen la conveniencia de hacer este pequeño esfuerzo, con el que no tienen nada que perder y sí mucho que ganar.
En definitiva, por supuesto que hay que respetar la libertad de todos: las propuestas de mejora de vida cristiana son siempre libres. Eso no es obstáculo para que, como en la parábola de la gran cena, se insista a los convidados: “Entonces el señor dijo al criado: Sal por los caminos y senderos, e insísteles hasta que entren y se llene mi casa» (Lc 14, 23).
Los primeros maestros de la fe son los padres y esta tarea no es delegable. Esta realidad se debe transmitir con la convicción de quien está seguro de lo que dice: convencen los convencidos. La prudencia es mejor aplicarla a los casos particulares. Como punto de partida, conviene ser audaz en los planteamientos. Su inscripción en el programa la hacen ellos mismos. La vida misma se encarga después de poner dificultades.
Si, por escuchar esto, alguien se molesta y retira a su hijo de la catequesis, es responsabilidad suya. La tuya –la nuestra- es ser testigos de la verdad. Amables, atentos, cariñosos y preocupados por el bien suyo y el de sus hijos; pero convencidos de que esta tarea, este proyecto, este enfoque vital, es algo muy grande que tenemos que compartir.
37 Comentarios
Kontxi
Muy bien planteado 🙂
Juan Manuel
Muy buena argumentación. Me parece interesante saber explicar la percepción del niño, cuando se le enseña algo con pasión que sus padres no viven. Simplemente los padres deberían explicarlo, si es que llevan a sus niños a la Catequesis. Después que decidan.
Teresa Rión
Efectivamente esta es la argumentación correcta. No es delegable la educación en la fe de los hijos. Desde la Parroquia hacemos una parte, no la mas importante.
Josep Boira
Estoy muy acorde con el planteamiento. Habrá que preparar bien esa presentación, tener buenas explicaderas, y rezar también un poquito para que el Espíritu Santo actúe en esos corazones. Una pregunta: en mi caso (un colegio), ¿se puede plantear también a los padres de 1ºEPO? En principio quería empezar con los padres de 2ºEPO (en mi diócesis, a esa edad reciben la Confirmación) y 3ºEPO (reciben la Primera Comunión). La iniciación cristiana de los niños empieza en 1ºEPO, pero quería sondear la opinión sobre si vale la pena también invitar a los padres de ese curso. Gracias
Josep Boira
Pero se podría dar el caso que a pesar de plantearlo según la opción 3, una familia no se inscriba al curso, pero quiere que su hija haga reciba los sacramentos. En mi caso particular, cuando inscriben a la niña en la catequesis, también se da por supuesto que van a participar a la catequesis familiar, que en la práctica hasta ahora consiste en la reunión mensual en el colegio. Con esta modalidad, podría haber familias que no se inscriben, pero que vienen a la reunión… ¿O bien habría que insistir en que se tienen que inscribir? Si no se inscriben, pueden hacer igualmente la catequesis con los niños (el cuadernillo), ¿verdad?
isabel
Estupendo planteamiento, sobre todo el punto 5 en el que podemos caer con facilidad en «Si no crees, igual deberías plantearte no traerlo y no hacer el paripé»
Con la invitación de no pierdes nada, puede llegar una aproximación, mientras que la postura que planteo yo es excluyente desde el inicio
Julio Roberto Asturias Arrivillaga
Me parece que la opción 3, es la adecuada también. Nosotros en el colegio hemos probado mandar mails, WhatsApp, y nada, lo mejor es una reunión en donde se les motive a la participación con los hijos
Visi
Pienso que la catequesis de iniciación cristiana está bien planteada en el punto 4 y resulta muy motivador para la implicación de los padres.
Juan Carlos Morales
Me parecen buenos los planteamientos 3 y 4, en el colegio se realiza una reunión antes de dar inicio a la catequesis, donde se les plantea a los padres que deben involucrarse tanto en su propia formación como en la de sus hijos…
Santiago Hernández
La opción 3 el la adecuada. Hemos de ser audaces, respetando la libertad de todos. Si no se nos plantea a los padres las cosas como son, tendemos a escapar. Para el niño, desde el punto de vista del aprendizaje, será mucho más eficiente si los padres estamos involucrados.
Antonio
Yo tengo claro que la función principal de padre y madre –educación en la fe- no se puede delegar en otros, como no se delega en otros la alimentación y el cuidado de los hijos. Podemos ayudarles, no sustituirles.
MICHELLE CASTELLANOS
OPCIÓN 3, Me parece excelente, no obligado pero bien aclarada la responsabilidad y compromiso como padres de familia. Es lamentable que en la actualidad y lo digo como docente, muchos padres de familia se esfuercen por dar lo mejor (material) a sus hijos y descuidan el tesoro mismo: La formación Cristiana que es tan fundamental e importante en todo tiempo.
Nuria
Es bueno hacer ver a los padres la importancia de una vida coherente; si unos padres quieren lo mejor para sus hijos y por ello quiere que su hija haga la Comunión debe predicar con el ejemplo. Hoy día la gente busca testimonios coherentes y que mejor testimonio que el de los padres. Todos necesitamos formarnos para poder darlo a los demás. La catequesis en familia es enriquecedora; hay que animar a los padres a dar un paso más, si sus hijos se acercan a Dios ellos deben estar preparados para hacer cercana la figura de Jesús.
[senara] Amparo (Catequista) Díaz
El proyecto ya lo tenemos en marcha estamos en camino de mejora
Carlos
Muy bien!
Es hermoso trabajar con los padres en la educación de sus hijos. Al principio puede costar, pero a la larga todos ganan.
Eva María
En el colegio de mi hijo como en otros coleguios y parroquias, se tiene muy claro que los primeros educadores en la fe somos los padres. Y, por eso, este año se nos están facilitando medios para poder llevar esa tarea a cabo. Sin embargo, por desgracia, no siempre aún teniendo las cosas claras, se les ofrecen ayudas y medios a los padres. Creo que en todos los sitios dónde se imparta catequesis para niños, hay que involucrar y ayudar a los padres. Está claro que la catequesis de adultos es la más importante, pues estos serán los que ayudarán a sus hijos y familiares. SI no es así, el niño recibe los sacramentos, y deja de venir por la parroquia toda la familia.
Julio de León
Nos ha funcionado con mi esposa al conversar con amigos hacerles una reflexión que apoya el argumento #3 y que fue dicho por un santo: “La lealtad exige hambre de formación, porque —movido por un amor sincero— no deseas correr el riesgo de difundir o defender, por ignorancia, criterios y posturas que están muy lejos de concordar con la verdad.” (San Josemaría – Surco 346)
Mayra Orozco
Saber que como padres somos los principales transmisores de la fe, y aún más, seremos cuestionados sobre lo que hicimos o no hicimos, para encauzar a la santidad esas almas que nos fueron confiadas es una gran responsabilidad. Y debemos asumirla con Amor, ese amor insustituible de padres, para verlos con alegría hacerse personas de bien y de una fe sólida.
Carmen Marina
Creo que todos los argumentos son válidos. Cada cual para cada persona. Ya que no todos llegan a todos. Es fácil llegar a quien está motivado, quien tiene «hambre de formación». Sin embargo un reto importante sería «despertar ese hambre» en quien no lo está, utilizando para ellos todos estos argumentos de que disponemos.
Julia de Anleu
La experiencia nos dice que la tercera opción es la mejor. Muchos padres necesitan cierta presión para comenzar a actuar y el colegio tiene las herramientas para motivarlos y acompañarlos. Hay una frase que me parece muy atinada: convencen los convencidos. Confiemos en Dios, pondremos muestro esfuerzo y Él hará lo que haga falta.
Jessica Navas
Estoy de acuerdo con la opción 3, los padres son libres de escoger el camino a seguir, pero si se puede compartir y explicar esta herramienta que es práctica de utilizar.
Carmen MArina
Muy buenas argumentaciones, que planteadas desde el cariño y la libertad podrían despertar el hambre de formación de quien tiene inquietud por la mejora de la vida cristiana.
Marco Antonio Garcia
La opción 3 me parece la mejor. Hay momentos más fáciles como la preparación para primera comunión. Hay que ilusionarlos, no solo advertirles
Fáiber Alonso Ramos Cárdenas
Estoy de acuerdo con el caso 3, sin embargo es importante aclarar que no todas las familias que hacen parte de una institución comparten al 100% su filosofía y valores cristianos católicos. Por tal razón debemos ser muy respetuosos de las diferencias y en la medida de nuestras posibilidades con “audacia debemos trazar nuevos caminos para el anuncio del evangelio” Papa Francisco.
María Eloísa
La experiencia como docente, es la primera opción y en las edades que deben hacer la Primera Comunión, las chicas están motivadas porque se les toma en cuenta para que participen activamente en el Oratorio y tienen mucha ilusión por recibir a Jesús. Ellas motivan a sus padres que las quieren mucho asisten a esa primera reunión, y es el Sacerdote quién está al frente.
Fabio Lara
Se plantean una variedad de opciones que permiten ir por el camino seguro. Muy bien!
Monica
En definitiva la opción 3 es la mas efectiva; en todo caso como padres creyentes debemos propender por nuestro aprendizaje en la fe. Recientemente mi hija mayor hizo la primera comunion y me ha hecho varias preguntas que en ocasiones no he sabido como responder.
raquel Fernandez
¿Con cuanto tiempo de antelación se debe de iniciar la pesca o la invitación?
Fernando Moreno
No hay reglas fijas. Con tiempo suficiente como para animar a quienes no se acaban de convencer, hablando con ellos «uno a uno» (si es posible, claro está). Sería ideal que los padres se inscribieran el curso anterior y se les planteara todo con tiempo.
Deyanira
Me encantaron los planteamientos para acercar a los padres. Casi siempre es difícil que se abran al amor de Dios. GRACIAS.
Roxanna Pineda
Comparto la opción 3, siendo claros, concretos, objetivos y muy directos, buscar la mayor amabilidad y respeto para los asistentes, sin dejar de enfatizar la importancia que la catequesis tiene en la formación de las familias en estos tiempos que se está perdiendo
Amparo Marí Torres
La idea de nuestra Parroquia es organizar una jornada de presentación del programa de Catequesis en Familia, incluyendo una mesa redonda con temáticas que nos hagan reflexionar, animar y participar a toda la comunidad. Lo queremos enfocar como invitación, reflexión y provocación transformadora y desde la perspectiva de provocar un cambio que más que crisis se vea como oportunidad para que Jesús sea el centro de la familia con la esencia de La Familia de Nazaret. Ya veremos lo que nos sale. De momento estamos preparándonos como catequistas de familia con ganas e ilusión.
Ernesto
Doy fe, hay padres que celebran la primera comunión como un mero acto social…y luego, sin nigún seguimiento, ni ejemplo al niño…
Gilberto
Creo que todos los padres son conscientes del valor del ejemplo. El ejemplo va por delante. En materia de fe ocurre lo mismo, los padres dejan huella en la fe de los hijos. En un mundo en el que todo va cada vez más de prisa se pierde algo tan valioso como el encuentro. Para transmitir la fe, como se puede apreciar de todo lo planteado, no se puede prescindir del encuentro. El encuentro de los padres con el hijo es invaluable. Hay que romper la inercia para que, como decía el Papa, regresen los papás del exilio y afronten este reto estupendo de la formación en la fe de sus hijos.
Alejandro Díaz
Es de gran utilidad conocer el porqué el involucramiento de los padres de familia en la catequesis es tan importante, de esa forma convencerlos de participar será mucho más fácil.
Inmaculada López Lull
Sin duda la opción 3 resulta la más idónea. Esta opción engloba claridad, decisión, libertad, compromiso y, al mismo tiempo, comprensión y apoyo. Son muchas las ocasiones en que, tras sugerir a algunos padres entrar a formar parte del equipo de catequistas de primera comunión, sienten que no va con ellos, que no están preparados, que no sabrían cómo hacerlo. Realmente, creo que, en la mayoría de ocasiones, la falta de cercanía, de objetivos claros y de acompañamiento no les hace sentirse seguros ni capaces de poder hacerlo y, por tanto, la catequesis se convierte, como hemos visto, en una extraescolar que el niño hace los miércoles de 6 a 7 previa a el día de la fiesta de la primera comunión. Estos consejos resultan útiles pues, en la mayoría de las ocasiones lo ofrecemos mediante la opción 1 en las parroquias.
Luisa Vera Vilchez
muy bueno el planteamiento, comparto la idea que es mejor siempre el contacto directo con los padres, por más que hagamos uso de las tics