Papás y mamás

Para papás y mamás

En qué consiste este curso

Es un programa que organizan quienes imparten la catequesis de iniciación cristiana de los niños, con el objetivo que los padres asuman el protagonismo que les corresponde en esta tarea.

El programa completo -se puede modificar- consta de 44 temas, que se trabajan en pequeños grupos. Los 44 temas son los mismos que se tratan en la catequesis de los niños; pero su contenido está orientado a los adultos.

Se recomienda que los padres se reúnan con la frecuencia que sea posible (quincenal o mensual, por lo menos). Los contenidos están accesibles desde cualquier lugar, en cualquier momento, a través de Internet, con un ordenador o con un móvil. Así podemos:

  • Facilitar la tarea a personas que disponen de poco tiempo. La falta de tiempo no debería ser una excusa, pues se trata de una tarea prioritaria.
  • Ofrecer recursos multimedia e interactivos, que hacen agradable y entretenida la tarea de comprender, reflexionar, asimilar y asumir las ideas y sugerencias del curso.

Por qué y para qué

Papa Francisco
  • Porque la «catequesis» no es algo sólo para niños. Catequesis quiere decir «hacer eco» a nuestra fe, y para eso necesitamos una iniciación -como la que reciben los hijos- y, luego, una formación permanente.
  • Porque los últimos papas han subrayado el interés de utilizar el Catecismo de la Iglesia Católica como referencia universal para la educación de la fe. Además, en cada país, los obispos elaboran otros catecismos -para niños, adolescentes y adultos. Por estos motivos, en esta Catequesis Familiar, nuestras referencias principales son el Catecismo de la Iglesia Católica y su Compendio, junto con el Catecismo Jesús es el Señor para los niños. Otras referencias que nos han servido mucho (ej. el YouCat) son complementarias.
  • Porque la catequesis de iniciación cristiana que se realiza en torno a la Primera Comunión debe ser una realidad familiar.
  • Porque la iniciación en la fe no se reduce a conocimientos, sino a una forma coherente de vida que lo abarca todo: personalidad, carácter, hábitos, virtudes, aspiraciones y objetivos.
  • Porque a la familia hay que prestarle ayuda para que sea fiel a su misión como iglesia doméstica.
  • Porque la fe se vive en familia, o no se vive: es a través de los ejemplos y de las palabras de los padres como los hijos aprenden a amar a Dios, al prójimo, a sentir el gozo de pertenecer a la gran familia cristiana. Llevarlos a la catequesis y no vivir de acuerdo con lo que se les enseña en ella es un contrasentido que causa daño.
  • Porque los catequistas no pueden, ni deben, suplantar a los padres en la tarea de educar a sus hijos como hijos de Dios.
  • Porque es quizás la mejor ocasión que tienen los padres para profundizar en la asignatura más importante de su vida matrimonial y familiar. La formación cristiana influye en el trabajo, en las amistades, en el descanso, en el modo de relacionarse, en los hábitos y costumbres, en las decisiones, en la gente a la que más queremos.
  • Y, finalmente, porque todo esto esto no ha recibido la suficiente atención en las últimas décadas: por el influjo de los medios de comunicación, por una extendida crisis de valores, por la falta de recursos sistematizados, por los cambios culturales que han tenido lugar en muy poco tiempo, y por el abandono de cada uno. Todos tenemos un poco que ver y todos podemos arreglarlo: ahora es el momento de cambiar esta situación.

Cómo y durante cuánto tiempo

  • El curso tiene la misma duración que la catequesis de iniciación cristiana de los hijos: pueden ser dos años o tres, según se haya organizado.
  • Sigue el orden del temario establecido en la catequesis de los hijos: la parroquia, el catequista familiar, el colegio en su caso, dispondrán los temas según se imparte a los niños.
  • Cada uno invierte el tiempo que tiene y quiere. Habrá temas que susciten más interés que otros, recursos que atraigan más o menos, etc. Es un asunto personal. Lo importante es que hagas lo posible por aprovecharlo, dedicando el tiempo que quieras y puedas -ratos sueltos incluso- a lo largo de la semana.
  • La religión no tiene un carácter individualista o meramente privado. Como explica Benedicto XVI, «Nadie vive solo. Ninguno peca solo. Nadie se salva solo. En mi vida entra continuamente la de los otros: en lo que pienso, digo, me ocupo o hago. Y viceversa, mi vida entra en la vida de los demás, tanto en el bien como en el mal» (Spe Salvi, n. 48). Por eso, conviene que los cónyuges comenten entre ellos lo que van aprendiendo para mejorar como familia.

Con qué tipo de contenido

  • Al hilo del temario del Catecismo Jesús es el Señor (Conferencia Episcopal Española), se proporcionan textos breves extraídos del Catecismo de la Iglesia Católica, el Compendio del Catecismo, la Sagrada Escritura, enseñanzas del Papa Francisco, Benedicto XVI, san Juan Pablo II, el YouCat, otras citas de diversos autores, ejercicios… con abundantes vídeos, canciones, imágenes, humor, sugerencias para vivir en familia, oraciones, memes, etc.
  • Desde el primer momento, los contenidos se dirigen a la cabeza, al corazón y al sentido común.
  • El curso pretende ayudarte a reflexionar, a tomar decisiones para que puedas dar más coherencia y sentido a tu vida personal y familiar. El resultado dependerá del empeño que pongas en hacerlo así. Es un curso para ponerse a punto y ganar en altura de miras y profundidad de convicciones.

Un ejemplo de contenido

Ejemplo para los padres: Tema 1. Los cristianos

Ejemplo para los hijos: Tema 1. Los cristianos