7. La castidad en el matrimonio

2 minutos

Sugerencias: hacer la señal de la cruz, rezar un Padrenuestro, un Avemaría o alguna oración al Espíritu Santo.

Podemos usar la oración propuesta en el tema multimedia:

5-10 minutos

Además de preguntar sobre sus vidas y circunstancias, se puede hablar de la oración que hemos rezado y de la fuerza que tiene la intercesión de la Virgen María. El rezo del Rosario es una gran recomendación que ayuda a los cristianos a vivir la virtud de la castidad. Si lo consideras de interés, puedes hacerles el regalo (porque enseñar el Rosario es un regalo) de alguno de estos dos artículos para que lo lean en casa:

• Seis milagros del Santo Rosario [PDF].
• El poder que da rezar el Rosario a diario [PDF].

La duración depende de las actividades que se lleven a cabo

Las actividades se pueden entregar a los participantes con antelación. Son sugerencias que sirven a modo de ejemplo. Cada grupo tiene sus características y conviene adaptar estas ideas a lo que se estime apropiado para cada caso.

8 minutos

Recapitulamos los puntos más importantes del tema anterior. Lo mejor es que sean los propios participantes quienes destaquen las ideas sobresalientes.

10-15 minutos

1. En el siguiente vídeo, el papa Francisco habla sobre el sexo como un don de Dios:



2. Coloquio sobre el vídeo. ¿Cuál es la idea que tiene nuestra sociedad acerca de la visión de la Iglesia sobre el sexo? ¿Cuáles son los dos propósitos del sexo que menciona el papa? ¿Se puede, en consecuencia, seguir la voluntad de Dios y aspirar a la santidad viviendo el amor apasionado en el matrimonio?
3. El catequista expone brevemente que la sexualidad es buena en sí misma. La virtud de la castidad le da un nuevo valor, la hace relucir.

20 minutos

Hacemos un repaso de los puntos más relevantes del tema. El catequista señala previamente los puntos y los contenidos que considera más importantes para tratar en grupo.

Puede empezar haciendo una encuesta de lo que les ha parecido el vídeo “¿Cómo se aman los esposos?”, si es que lo han visto. Conviene que indique previamente los puntos que considera más importantes para tratar en grupo, como por ejemplo:

• la sexualidad como expresión del amor y las dos dimensiones del acto conyugal;
• castidad, pudor y entrega generosa;
• abiertos a la vida, planificación natural, anticonceptivos e infertilidad.

Quien dirige esta sesión necesita una formación sólida -estudio de los documentos magisteriales y soltura para hablar en público- . Si hubiera alguna pregunta difícil a la que el catequista no sabe responder, lo más natural es admitirlo y estudiarla para responder en la siguiente. Esta actitud se agradece.

30 minutos

1. Planteamos un caso práctico para resolverlo a partir de lo explicado: “Situación de un matrimonio en el que la esposa no puede quedarse embarazada -por el momento- por razones de salud. Sin embargo, desean mantener relaciones sexuales. ¿Cómo afrontar el problema?”
2. Se recogen las opiniones de los participantes. (Ejemplos de respuestas simples e incorrectas: utilizar anticonceptivos, porque es muy grave la situación; abstenerse totalmente hasta que desaparezcael problema…).
3. Es bueno aportar ideas y hacer preguntas que ayuden a pensar el caso desde una perspectiva cristiana. Por ejemplo:
   
   • La mujer solo es fértil durante un período que está en torno a las 100 horas mensuales.
   • La unión conyugal es muy importante para fortalecer el amor.
   • ¿Se demuestra más amor al abstenerse de las relaciones sexuales en un periodo fértil -a pesar del "me apetece"- o al usar un anticonceptivo con margen de error?
4. Concluir con la resolución del caso. “Es importante que mantengan relaciones sexuales que el matrimonio se encuentre más unido. Pero no de cualquier manera. La naturaleza es sabia y establece ciclos fértiles en la mujer cada mes: se puede conocer cuáles son los momentos más idóneos para evitar la concepción de un nuevo hijo. Cuando se usan los anticonceptivos, más que aceptar las consecuencias de un acto, buscamos la satisfacción de los instintos. Por eso podemos decir que mediante un ejercicio de la sexualidad que alterne tiempos de abstinencia y de unión, según el ciclo biológico de la mujer, el matrimonio se fortalece con un amor que es entrega al otro y renuncia de sí. Deben ser los dos, claro está. Si uno de los dos no respeta este modo de entrega y de renuncia personal, la relación no funcionará”.
5. Si se dispone de tiempo, este vídeo servirá de apoyo: